Latinoamérica: No solo exportar bananos, también conocimiento

Ronda de contactos de negocios en el Outsource2Lac celebrado esta semana en San José (Costa Rica).


elpais.com
Un estudio de arquitectura uruguayo confecciona los planos 3D de apartamentos que se venden en Nueva York. Una empresa de El Salvador maneja las redes sociales de buena parte de las embajadas de Estados Unidos en Centroamérica. Una pequeña compañía de Costa Rica diseña la publicidad online de uno de los gigantes mundiales del videojuego en móviles. Y Shippify, una startup ecuatoriana, procesa envíos de paquetes en el mismo día en algunas de las capitales más importantes de Latinoamérica. Luis Loaiza, uno de sus fundadores, define lo que está sucediendo: "En la región no queremos exportar solo bananas o camarones, también conocimiento".
El desarrollo de América Latina pasa, al menos en parte, por lo que se conoce en la jerga como outsourcing(exportación de servicios) y offshoring (deslocalización de empresas). Todos los anteriores son ejemplos reales de lo primero. Los 8.000 trabajadores que tiene Hewlett Packard en su segunda mayor oficina del mundo, en Costa Rica, de lo segundo. "Ahí no hay chimeneas, sino, sobre todo, ingenieros", afirma Fabrizio Opertti, jefe de la división de Comercio e Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y creador del Outsource2Lac, una iniciativa para compartir las últimas tendencias y poner en contacto a empresarios del sector para que hagan negocios. Su sexta edición se ha celebrado esta semana en San José (Costa Rica), donde, además de decenas de charlas, han tomado parte 442 empresas oficialmente registradas, más de 800 participantes de 32 países y se han producido más de 3.000 reuniones entre ellos.
La frase de no solo exportar bananas o camarones (o chocolate, café o textil) es ya una realidad. Costa Rica es un ejemplo paradigmático: el 40% de sus exportaciones ya son de servicios. Es uno de los ejemplos a seguir —aunque no el único— para el resto de la región que goza de varias cualidades que le otorgan una situación privilegiada para surfear esta ola de desarrollo en forma de venta de conocimiento.
"La esperanza de América Latina es que en esta revolución salgamos campeones. No lo hicimos en ninguna revolución anterior; pero tenemos posibilidad de hacerlo en esta si ustedes la lideran", se dirigía al foro Diego Molano, exministro de Información, Tecnología y Comunicaciones de Colombia. "Lo que más hace falta en la región son líderes de la transformación digital, que adapten la economía para este nuevo mundo. No tenemos un problema de acceso a la tecnología, sino de uso. ¿La utilizamos productivamente o como herramienta de ocio?", se preguntaba.Posición geográfica, calidad de los productos y costes competitivos son las grandes bazas. Con prácticamente los mismos husos horarios que Estados Unidos y bastante próxima a Europa constituye un puente privilegiado para cooperar con empresas de ambos mercados, superando un obstáculo que encuentra Asia, donde comenzó esta industria hace un cuarto de siglo. "12 horas de diferencia son muchas y la distancia, demasiada para gerentes que tienen que ir y volver a menudo", recalca Opertti, que suelta una retahíla de ejemplos de cómo algunos países están aprovechando esta oportunidad: "Uruguay ha encontrado el camino de la tecnología con las finishing schools [formación para programadores en menor tiempo que las carreras universitarias con cooperación público-privada]. En cuestiones de creatividad, Argentina está muy bien posicionada en publicidad y animación. Allí se hace el videojuego Fifa para EA Sports. Centroamérica ha aprovechado muy bien su cercanía a EE UU. San Pedro Sula, en Honduras, es un referente en contact centers. En el Caribe angloparlante, Jamaica también se está haciendo un hueco en este sector y da servicios a HBO, por ejemplo. Además se ha convertido en una interesante sede de filmación de publicidad. Trinidad y Tobago está despuntando con la animación…".
Para afrontar este problema es necesaria formación. No hay correspondencia entre la demanda del sector tecnológico y los profesionales que Latinoamérica genera. Para eso están las mencionadas finishing schools de Uruguay o el plan 111mil de Argentina, que se ha propuesto en los próximos cuatro años formar a 100.000 programadores, 10.000 profesionales y 1.000 emprendedores. "Esto tiene que empezar desde la escuela. Hay que potenciar las matemáticas, las ciencias y las tecnologías para adecuar los perfiles profesionales a lo que requiere el mercado", asegura Opertti.
Algo parecido, pero a menor escala y centrado en las mujeres, se ha propuesto Mariana Costa, cofundadora de Laboratoria, que se dio cuenta cuando montó su empresa de desarrollo de programas lo difícil que era buscar buenos desarrolladores. Cuando creó el equipo, era enteramente masculino. "¿Por qué?", se preguntó. "No existen carreras para hombres y para mujeres, pero por estereotipos y ciertas barreras no tenemos espacio en algunos sectores". Fue entonces cuando creó Laboratoria, que en dos años y medio ha formado a más de 500 desarrolladoras en cuatro países de Latinoamérica. Su lema, "usar el código para transformar el futuro de miles de jóvenes mujeres en América Latina", va haciéndose realidad. Presume de un 75% de inserción laboral y de multiplicar por tres los ingresos de las beneficiadas. "Se está destruyendo empleo en cosas básicas como la manufactura, donde hay muchas mujeres y creando en un sector en el que no tenemos protagonismo. Si no hacemos algo, no tendremos espacio en el futuro". En un evento como Outsource2Lac, ellas fueron el 30%, una cifra que no está mal para el sector, pero que dista mucho de la paridad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Que es la droga "H"

La UE estudia instalar centros de clasificación de inmigrantes en el norte de África

La ecuatoriana Neisi Dajomes se cuelga tres medallas de oro en Mundial de Pesas en Tokio