Los países del sur piden a Europa compartir la “carga” de frenar la inmigración
Los jefe de Estado de los Países del Sur de la Unión Europea, tras dar una conferencia de prensa en Roma (AFP)
lavanguardia.com
EFE,
Roma
Los siete países
del sur de la Unión Europea (UE) urgieron este miércoles
desde Roma al bloque comunitario a compartir la “carga” de
la protección fronteriza ante la presión migratoria, pues la
gestión de este fenómeno será “un reto fundamental” en el
futuro.
Así consta en la
declaración final de la IV cumbre celebrada en la capital italiana,
a la que acudieron los jefes de Estado o de Gobierno de Chipre,
España, Francia, Grecia, Italia, Malta y Portugal y en la que se
abordaron también temas económicos o sociales.
“La gestión de
los flujos migratorios será un reto fundamental para los países de
la UE en los años que están por venir. Los países sureños están
particularmente afectados e implicados al estar en primera fila”,
dice el texto.
Su preocupación
se produce después de un 2017 en el que llegaron a costas europeas
más de 170.000 inmigrantes: 118.914 a Italia, 28.800 a Grecia,
21.468 a España y 1.067 a Chipre según las cifras de la
Organización Internacional para las Migraciones, que estima en 3.116
las muertes durante todo el año.
En la declaración
se señala que “el papel fundamental y la carga de la protección”
de las fronteras de esos Estados, que son también la frontera sur
europea, debe ser “reconocidas y compartidas por la UE”. “La UE
tendrá que redoblar su lucha contra la trata de personas y las
nuevas formas de esclavitud, garantizar los derechos humanos de todas
las personas y proteger a los que necesitan protección
internacional, particularmente los grupos más vulnerables”, añade.
El presidente del
Gobierno español, Mariano Rajoy, consideró en rueda de
prensa que la inmigración es “el tema más importante que la UE
afrontará en los próximos años” pero advirtió en este sentido
que ningún país debe afrontar en solitario esa labor.
Por su parte el
presidente de Francia, Emmanuel Macron, reconoció que en el
encuentro se ha dado “una coincidencia de los puntos de vista” y
opinó que “es necesario reforzar la solidaridad para proteger las
fronteras y gestionar mejor los flujos”.
En el texto, los
países mediterráneos dijeron estar “firmemente comprometidos con
una política migratoria común” para evitar flujos irregulares y
masivos y apostaron por abordar las causas de este fenómeno
cooperando con los países de origen y tránsito. “Estamos
decididos a fortalecer nuestras asociaciones con esos países,
particularmente en África”, señalaron, para después subrayar los
frutos de la implementación del acuerdo entre la UE y Turquía para
reducir la inmigración por el mar Egeo.
Y apostaron por un
“nuevo y común sistema de asilo europeo” basado en “un
verdadero respeto de los principios de responsabilidad y solidaridad,
en particular hacia los Estados en la primera línea” de este
fenómeno.
El primer ministro
en funciones de Italia, Paolo Gentiloni, dijo que en el 2017
se lograron “resultados valiosos” ante este fenómeno pero
defendió que estos “deben ser constantemente consolidados”.
En la cumbre
también se abordó la dimensión económica del continente y los
líderes apuntaron al 2018 como un año de “completa recuperación
económica después de una década de crisis financiera”. Así lo
celebró el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, que
declaró que “el 2018 es el año del final de una crisis” que ha
golpeado especialmente a su país y que, en su opinión, “concluye
donde inició, en el sur de Europa”.
En este sentido,
en la declaración se sostiene que, aunque la UE “está a salvo y
más fuerte, aún queda mucho por hacer”. Para ello será “clave”
combinar “el crecimiento económico con el bienestar social” por
lo que “deberán darse mayores pasos para completar la Unión
Económica y Monetaria (FMU, en inglés)” para un “avance
equilibrado y sostenido”.
Asimismo
destacaron como prioridad “completar y fortalecer” la Unión
Bancaria y urgieron a dar “lo antes posible un impulso común” al
Mecanismo Único de Resolución y al Sistema de Garantía de
Depósitos para difuminar los riesgos de hipotéticas futuras crisis.
Por último,
apoyaron cualquier iniciativa que promueva la democracia y la
participación ciudadana en el seno de la UE y abrazaron la idea de
las “consultas ciudadanas” desde la próxima primavera para
identificar las prioridades de la gente.
La próxima cumbre
tendrá lugar en Chipre, un país en el que defendieron “un viable
y comprensible acuerdo” para lograr su reunificación y proteger su
“soberanía, independencia e integridad territorial”.
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