MILES DE MUJERES PROTESTAN EN WASHINGTON CONTRA TRUMP
elpais.com
Miles de personas se manifestaron este sábado en Washington, Nueva York,
Los Ángeles y decenas de las ciudades más importantes de Estados Unidos
para protestar contra las políticas conservadoras de Donald Trump
al cumplirse un año de su llegada a la Casa Blanca y, también, de una
primera Marcha de las Mujeres que, entonces no se sabía, sería el primer
símbolo de un tremendo vendaval feminista a escala global.
Entre
camisetas con el rostro de la Princesa Leia, la heroína de la Guerra de
las Galaxias, citas históricas de Eleanor Roosevelt y múltiples
referencias al pussy (en español, coño) -‘Poder pussy’, ‘Este pussy tiene garras’, ‘Soy la única dueña de mi pussy”-,
la protesta mostró su músculo a lo largo del estanque reflectante del
monumento a Lincoln de la capital estadounidense. Se trata de un lugar
cargado de simbolismo, donde Martin Luther King pronunció el famoso
discurso del “Tengo un sueño”.
Pero más que de sueños, la joven Jamie Albaum hablaba de quejas esta
mañana, frente a la escalinata. “La igualdad entre hombres y mujeres ya
está escrita en las leyes, pero no es real en la práctica, y yo estoy
aquí luchando por eso”. Albaum, de 22 años, es de las que creen que 2017
fue parteaguas en el movimiento feminista, que sí va a marcar un antes y un después en las reivindicaciones contra la discriminación o el acoso.
Cuando se le pregunta si teme que una ola de puritanismo pueda acabar
por abrirse paso entre tanta protesta el arqueo de sus cejas sobresale
de las gafas de sol: “El acoso es un problema muy grave para muchas
mujeres en el trabajo. No estoy de acuerdo con quienes dicen que es 'una
caza brujas'. No lo es porque es cuestión de tiempo que se lleve a los
que perpetran ante la justicia por delitos que han durado demasiado
tiempo”.
La del año pasado
en Washington fue una de las manifestaciones más masivas de la historia
americana, convocada para protestar por la llegada al poder de un
candidato que se había caracterizado por sus pronunciamientos racistas y
machistas y con serias acusaciones de acoso detrás. La de este sábado
resultó mucho menos multitudinaria, pero con una agenda muy clara:
derrotar a los republicanos en las elecciones legislativas de 2018.
Emily‘s List, una organización de EE UU que promueve la participación de
la mujer en la política, afirma que desde las elecciones presidenciales
unas 25.000 mujeres han acudido a ellos interesadas por presentarse a
algún cargo electo cuando en todo ese año 2016 solo lo hicieron 920. La resistencia contra Trump parece menos febril, pero más organizada tras 12 meses de políticas sociales regresivas en asuntos como el aborto, los derechos LGTB o inmigración.
“Agárrales por las legislativas”, rezaba una pancarta, parafraseando
las frase que Trump dijo en la grabación de un programa televisivo una
década atrás, en referencia a que podía hacer con las mujeres gracias a su fama y su poder:
“Puedes hacer lo que quieras, agarrarlas por el coño”.Hay quien ve en
la Marcha de las Mujeres la semilla de lo que ha sido el movimiento Me too
(Yo también) contra el acoso. En Nueva York, Tarana Burke, quien creó
el lema hace más de una década, arengó a los manifestantes: “Somos más
fuertes que el miedo”, clamó, “los hombres de calidad no temen a la
igualdad”.
La protesta congregó a más de 200.000 personas por las calles de
Manhattan. “Había mucha rabia por la llegada de Donald Trump” el año
pasado, recuerda Katherine Siemionko, una de las organizadoras, “pero
ahora ya no es por él, es por nosotros”. Eso explica que la Marcha de
las Mujeres se haya convertido en un fenómeno global y que las
manifestaciones, como ya ocurrió hace un año, se reproduzcan en
distintas ciudades del mundo a lo largo del fin de semana.
“Las mujeres se levantaron porque se dieron cuenta de que no hay
igualdad y entendieron que necesitaban actuar rápido”, dijo Siemionko,
“porque esta administración no va proteger sus derechos más básicos.
Tampoco los derechos de los inmigrantes, de la comunidad LGBTQ+, de los
discapacitados o de la gente de color”.
Nueva York es desde hace décadas la casa de estas comunidades. Es la
metrópolis más diversa del país y la que presume de ser la abanderada de
la igualdad. La ciudad de los rascacielos se convirtió así tras la
victoria Trump en el gran eje de la resistencia contra las políticas que
emanan de Washington. “Vuestras leyes destruyen los sueños de
millones”, denunciaba otra de las pancartas.
En Nueva York, al término de la protesta se organizó un evento que tenía
como objetivo recaudar fondos ayudar a las mujeres con aspiración
política a presentar sus candidaturas a cargos públicos. “El próximo
paso son las urnas”, insisten desde VoteRunLead.
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