Ecuador destapa las deudas ocultas de la gestión de Rafael Correa
Rafael Correa en su salida de Ecuador rumbo a Bélgica
elpais.com
El Gobierno de Rafael
Correa dejó a Ecuador con una deuda de 27.871 millones de
dólares, según la cifra oficial que el expresidente legó a su
sucesor, su copartidario de Alianza PAÍS Lenín
Moreno.
Pero en los primeros 50 días del nuevo Gobierno
han ido apareciendo montos pendientes desconocidos hasta ahora. La
suma agregada ya va por los 41.893 millones de dólares y, según
distintos analistas, se queda corta para lo que el país sudamericano
tiene pendiente de pago.
El expresidente aseguró en su despedida que
dejaba “la mesa servida”, “sin sobresaltos” y “con la
mayoría de problemas resueltos”. Pero el legado económico de los
10 años del Gobierno de Correa se ha revelado como más complicado
de lo prometido.
En medio de una brecha creciente entre la pasada
y la actual Administración, Moreno
ha anunciado: “No hay tal mesa servida, esa es la pura y neta
verdad”. El presidente ecuatoriano ha declarado públicamente que
“se podía haber sido un poquito más mesurado en dejar cuentas en
mejores condiciones”, con lo cual aumenta el distanciamiento con su
antecesor.
En sus últimos dos años, Correa se enfrentó a
una caída de precios del petróleo con una economía dolarizada —que
no permite ajustes monetarios— y fuertemente dependiente de las
materias primas.
Según las estadísticas oficiales y las facturas
pendientes reveladas, la crisis prácticamente se comió lo generado
por el país en su más larga etapa de bonanza económica.Los 27.871
millones de dólares de deuda oficial no incluían en su metodología
de cálculo las cuentas pendientes del Estado con instituciones
públicas porque, según se explicó entonces, no tiene sentido
contar como deuda lo que el Estado le debe al Estado, aunque sean
entes públicos diferentes.
Eso permitía manejar un monto que no excedía el
límite constitucional del 40% del PIB. Pero al tomar en cuenta la
deuda externa y la interna, la cifra sube a casi 42.000 millones de
dólares (el 42% de la economía nacional) y sigue sin incluir
impagos de la gestión anterior.
El ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez,
reconoció que Ecuador
debe a empresas petroleras en torno a 2.000 millones de dólares por
los servicios de explotación que no han podido pagarse en los
últimos años, incluidos 1.000 millones pendientes con Schlumberger
cuyas fórmulas de pagos están ahora sobre la mesa de negociación.
El país entró en mora con las petroleras debido
al modelo de contrato, cuestionado por Pérez, donde se paga a las
privadas un precio fijo por barril extraído que no toma en cuenta si
el crudo se abarata o se encarece.
Durante los años dorados del petróleo, este
modelo benefició al país, pero desde 2014 ha ido sumando pendiente
a las cuentas estatales. Tampoco se pueden dejar fuera los 1.500
millones comprometidos como anticipos petroleros con China y
Tailandia a cambio de préstamos.También se han desempolvado
pendientes en el ámbito laboral y de la Seguridad Social.
El ministro de Trabajo, Raúl Clemente Ledesma,
ha estimado en los últimos días que se debe a jubilados del sector
público más de 1.100 millones de dólares. Se ha pedido un préstamo
a organismos multilaterales de 150 millones de dólares para poder
pagar cuanto antes a los mayores de 70 años, discapacitados y a
quienes sufran enfermedades catastróficas.
Para los demás, se permitirá el pago a través
de bonos. A la Seguridad Social, el Estado le debe unos 7.000
millones de dólares correspondientes a bonos del Estado que el
organismo ha ido comprando para dar liquidez a la caja fiscal. Pero
no es lo único.
La Contraloría General del Estado —el ente que
fiscaliza al sector público— ha añadido a ese monto otros 2.800
millones de una deuda que el Gobierno de Correa había borrado de las
cuentas del Instituto Ecuatoriano de la (IESS) porque, según
indicaron las autoridades en su día, no estaba bien cuantificada ni
sustentada en documentos.
El órgano de control invalidó la decisión y ha
obligado al IESS a incluirla en sus facturas pendientes de cobro,
pese a que el Ministerio de Finanzas sigue cuestionándola. Pese a
estas actualizaciones, los analistas aseguran que el agujero
pendiente sigue siendo más alto de lo que se conoce.
Fausto Ortiz, exministro de Finanzas en los
primeros años del Gobierno de Correa, recuerda que hace un mes, el
Banco Central de Ecuador aceptó como dación en pago acciones de
entidades bancarias estatales a cambio de reducir la deuda que el
Gobierno acumuló desde finales de 2015 a través de bonos.
El BCE, a priori inhabilitado por naturaleza a
hacer préstamos, fue comprando papel de Finanzas como mecanismo para
inyectar liquidez a la economía. Para este, la deuda de Ecuador
asciende a no menos de 46.000 millones de dólares.
Sara España
Para Alberto Acosta Burneo, asesor económico y
editor de la revista Análisis Semanal, no se pueden dejar fuera los
cerca de 350 millones de dólares que se pidieron prestados al FMI el
año pasado para que ayudaran a la reconstrucción del terremoto en
el norte del país y que finalmente también se incorporaron al flujo
de liquidez. Tampoco otros papeles del Estado (certificados de
tesorería y títulos del Banco Central) que se adeudan a
contratistas del Estado, municipios y gobiernos provinciales y otros
entes privados. En total, calcula Acosta, hacen falta recursos para
cubrir una deuda de 56.000 millones de dólares.
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